Con Sabor a Chicha,Primera Mensión de Honor Concurso Nacional de Poesía Ricardo Jaimes Freyre 2004 Convocato por el Viceministerio de Cultura y el FIC, edición 2005
CON SABOR A CHICHA,
Nelson Van Jaliri
INTROITO
Por la ancha
boca de la botella
voy bebiendo
mis penas,
gustoso de ver tal vez
sensacionales
imágenes, de bellas damas
de anchas
caderas
y unos
traseros
así tan tan…
grandes,
aunque sea
una pantalla
no muy
visible.
Creo
comprender
que es tan
sólo una falsa idea
en el globo
mental del cerebro,
porque
entonces sería
la realidad
presente,
en el Bus
pulman
de un viaje
con retorno.
Continuaré bebiendo
mis penas;
pero antes,
daré un alto a todo esto
para dejar
de ver imágenes inciertas
ya cambio
escuchar mi música preferida:
Un clásico
ritmo rockero
en el festín
matinal.
NADA
Ella parece
tener su idea
tan clara
como el agua.
Yo una
hilvanada idea
con los
desperdicios de mi mente.
Ella es una
realidad presente
yo tan sólo
soy la palabra
convertida en nada…
¿Será que
el Poeta habla,
con una
utopía que le llega
hasta la
profundidad de sus venas?
No importa;
pero ella
parece tener su idea
yo tan sólo
la nada.
SIMPLICIDAD
Sobre un
cartón viejo
me
quedaré sentado esperándote,
aunque el
tiempo pase
y me muera
así sentado.
SIN REGRESO
Un viaje sin
retorno
estará presente
en cada instante de mi vida,
bebiendo un
café capuchino
yal son de
una música melancólica.
Espero que
no sea cortante y punzante
que ver
partir a una bandada de pájaros ciegos
hacia el sur
de mi recóndita alma.
REGRESAN…
Una bandada
de pájaros
ciegos
vuelven
de su
inhóspito
viaje.
Agitando sus
alas
sobre la
sombra
inequívoca
de mi
tristeza.
Pero
de tanto ir
cabizbajos,
ellos
deciden
ir para
abajo.
Tan sólo hallan
la tristeza,
decidiendo
ir
para atrás
hacia el sur
de mi
recóndita
alma.
LA SOLEDAD Y
LA TRISTEZA
1
En tu pecho
tan
semejante
a dos altas
cumbres,
escribí un
poema
que me
recuerda
a la
tristeza.
Porque
bebí de su boca
el agua
que nunca
debí beber.
2
De la
unión
de un
piedra
con otra
saliste tú,
la soledad
que ya estaba presente.
ULA ULA
Una mujer
gruesa ingresa
por un aro
semejante a
una boca de botella.
Es una mujer
gruesa
que no
ingresa fácilmente.
Puesto que
modos no faltan
para que
ingrese.
Aunque le
duela tanto
por los
bordes del aro;
pero
ingresa, la mujer gruesa.
Pensando que
una tarea como aquella
es objeto de
una gran cosa.
ALTIVEZ
En tu
compasiva mente
se enciende
la llama
de una triste
inocente mirada.
Frente al
reflejo
de tus
oculares luces
que me ven
caminando
Solo en la
vereda
de la
melancólica ida
ycon la
altivez
con que se
muestra
Tu estúpida
grandeza
al lado del
espantoso clavo
semejante a
la cabeza
de una
medusa,
te haces a
las que saben
que tengo la
cochina envidia.
LAS HORAS
Iluminaciones
mentales
que se
aproximan
a cada paso
del segundo
multiplicado
por sesenta,
resultando
un minuto
y por
sesenta
una hora.
LA CAIDA
Una lágrima
derramada
sobre
el suelo
no mancha
tanto
que una
gota
de sangre.
Una voz
que se oye
como eco
no llega
tanto
que la
voz
sonora
pero sin
eco.
Pero
si la voz
no tiene
profundidad
no puede
la gota
de sangre
caer
en su
agónica
lentitud.
INDIANÍMICA
Unas abarkas
viejas me pondré
buscando tus
pasos
sobre unas
nubes
que aparecen
en aquellas
distancias
oscuras y
misteriosas.
Si no los
hallo
tendré que
guardarlas
envueltas en
un aguayo.
Cargándolos
en mi espalda
y con los
pies desnudos
proseguir mi
marcha.
EL BLUS DE
LOS
BONI JONI
JONIS
Oni boni
joni boni
tus cosas me
impactan tanto.
Oni boni
joni boni
me imagino
tocarlos.
Oni boni
joni boni
mi mente
estalla tanto.
Oni boni
joni boni
basta ya a
los boni joni jonis.
En verdad te
digo
se escucha
mejor
en compañía
de un “té con té”
en la mano…
Hablemos de
otras cosas,
tan
profundas y oscuras
como la
misma muerte:
SEGUIDO
Me gusta ver
de cerca a la muerte
desde la
ventana de mi cuarto oscuro.
Ella es una
mujer extraña
que besa a
los más incautos,
aquellos que
no despertarán mañana
y vestida de
un negro intenso color es.
Una noche a
mi cuarto
ella
compenetró
al instante
me dio tanto miedo,
pero al
verla bonita me enamoré.
Me
entregó su cuerpo
violando mi
mirada,
al instante
me dio su boca
y
yo lo toqué con la mía.
Fue un beso
tan largo
viajando a
un mundo extraño
donde no
pasó nada.
Y de aquel
entonces
me gusta ver
de cerca a la muerte
desde la
ventana de mi cuarto oscuro
porque
siempre regresará mañana.
IMÁGENES
Tengo tu
dilatada sombra
en las
agrietadas palmas de mis manos
aumentando
en cada momento
de la muerte
cercana.
Son como
nubes negras
alcanzando
extensiones grandes
cada vez que
se acercan de a poco.
Se avizoran
que son ánimas en pena
que se
envolverán en tu última mirada,
dando fin a
tu maldita sombra
en la
repugnancia asquerosa de mi alma.
Tan sólo
esperaré la imagen
en la TV de
mi mente,
masturbándome
cada vez que te vea
en un gran
lago coagulado
de tu
cristiana sangre
EL COLOR QUE
TOMAS
Con la
tijera en la mano
se cortan
tus pasos
en los
grandes pliegos
de cada hoja
de tu vida.
El papel que
tomas
no importa
lo que en
realidad vale
es el color
que adquieres
en cada
momento de tu vida.
EL VERDE
NOERA VERDE
Viendo una
revista
observé un
estrella tan lejana,
sobre un
campo
que
iluminaba casi poco.
Mas el verde
no era verde
como verde
se pintaba.
Simplemente
el verde
campo era amarillo.
La estrella
lejana
no iluminaba
tanto.
Hasta tal
punto que el campo
era el
reflejo de tu alma
que no
quería verse tanto.
Era a veces
como el agua
otras veces…
era de un
color oscuro,
aunque era
amarillo
y no verde.
Tan sólo se
mostraba
de un color
a otro
y no te
mostrabas
tal como
eras.
Aunque tu
alma
no era la
octava maravilla
pero antes
que tú te avergonzaras
era mejor
que seas “tú” entre unas comillas
yno el verde
con que se mira ahora.
LA POBRE
NIÑA
Entre la
serpenteada calleja
caminabas
descalza
y con el
viento que te seguí
dejándote el
pelo revuelto.
Llegabas
desde lejos
de la
inhóspita montaña,
reposando
tus diminutos piececitos
a cada paso
que tú dabas.
Era la
serpenteada calleja
fría y
polvorienta.
No tenía
origen, tampoco fin.
Los más
ancianos aseveraban
que era el
recorrer de la vida
y nadie
sabia
dónde
empezaba o dónde terminaba.
Pero tampoco
tú sabías
pobre niña
descalza
dónde ibas o
ante quien ibas.
Y en verdad
eras la pobre niña
que
caminabas descalza,
sin saber
nada de tu vida.
OLAS
1
Siempre me
gustaron
las olas
amarillas
que caen
de un lindo
cabello femenino
y mucho más
mejor
cuando esas
olas
viajan a
través del viento.
2
Por siempre
fueron mi obsesión,
las olas
amarillas
de un
cabello femenino
que van y vienen,
meneándose
al compás de una linda cintura
semejante a la de una avispa
y mucho más
mejor
cuando esas
olas
son tuyas
Narda.
EFÍMERO
HECHIZO
1
En lo alto
de aquella cumbre
hay un
oráculo que pregunta
si detrás de
aquellas nubes
hay otras
semejantes a unas cuevas
donde
habitan los murciélagos.
Es tan alto
que decido ir para allá,
viajando con
mi blanco eslipin
si acaso me
topara con la noche.
2
Frente el
oráculo
se abre su
boca
como un
carajo,
lanzando la
pregunta
como una
bomba atómica.
Mas la
respuesta mía no es la afirmativa
sino un
objeto hueco
queno tiene
mucha importancia.
Convirtiéndome
como arte de magia
¡zaz! en
un sapo rococó
que no es
tanto que ser humano.
Pero tan
sólo es
la pesadilla
del abismo donde uno cae
y vuelvo a
ser lo que soy:
HUMANO
ESTUPIDECES
Viajando por
un espacio
hallé un
planeta
tan pequeño
y luminoso
semejante a
una chispa
de la noche
fría de San Juan.
De tanto ir
volando alto
decidí bajar
con mi nave
a un plano
empedrado,
donde
planean y aterrizan
los que
andan soñando.
Enloquecido
busqué campo,
sin
encontrar ni un céntimo de plano.
Tan lleno
estaba,
por los
bordes rebalsando.
Todos
soñaban
todos soñaban;
pero los que
estaban afuera
les costaba
mucho.
Soñar no
cuesta nada,
decía
alguien.
¡Qué estupideza!,
creyendo no
costarle nada.
Bastaba con
sólo intentarlo
para
costarle gran cosa.
Pero de
tanto ir volando alto
por encima
del plano empedrado
divisé un
campo pequeño
planeando
con mucho recelo
y felizmente
aterrizando.
CANTORUM
Yo canto mi
canto
con un canto
que llega
hasta la
médula ósea
de mis
huesos.
Es un canto
de melancolía,
tan sonoro
que rompe
las piedras
en dos
partes distintas
cada una
cada una.
Tan lento es
mi canto
que no mueve
montañas,
pero mueve
corazones
desde
pequeñas moléculas
como puntos
invisibles
que laten en
cada nota
de mi canto
de mi canto.